Descripción
La figura del migrante no es nueva. Lo que parece nuevo es la dificultad de las sociedades contemporáneas para lidiar con esta figura, manifestando un profundo malestar frente a ella. El libro ofrece un modelo teórico y político desde el cual analizar y este creciente descontento que se genera en las sociedades avanzadas frente a la migración internacional. La tesis central es que, en las sociedades avanzadas, esta figura del migrante las confronta con un dilema imposible de resolver dentro de los parámetros políticos, sociales y demográficos desde los cuales se estructuran como sociedades.
El envejecimiento y declive demográfico que actualmente experimentan hacen que la dinámica económica, la reproducción social y estilo de vida de su población dependan directamente de los aportes económicos y laborales que hacen los migrantes. Sin embargo, estos mismos procesos propician que esta inmigración derive a medio y largo plazo en una transformación de la composición étnica de la sociedad, alterando sustancialmente la base demográfica de sus actuales equilibrios políticos y sociales.
En este marco, el dilema político que enfrentan las sociedades avanzadas es que, para asegurar su reproducción actual y futura, deben necesariamente abrirse a la inmigración, pero ello las llevará inevitablemente a constituirse en sociedades multiculturales trastocando por completo el actual balance de mayorías y minorías étnicas y sociales, con lo cual las actuales mayorías demográficas (población blanca y nativa) dejarán de serlo, debiendo compartir sus privilegios sociales y su poder político con las emergentes minorías étnico-migratorias.
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