Descripción
La modernidad líquida es un tiempo sin certezas. Sus sujetos, que lucharon durante la Ilustración por poder obtener libertades civiles y deshacerse de la tradición, se encuentran ahora con la obligación de ser libres. Hemos pasado de ser individuos de Iure a individuos de facto, y con ello a tener que diseñar nuestra vida como si fuera un menú de opciones donde cada cual fuera soberano. Mas ello sólo es un espejismo. La cultura laboral de la flexibilidad arruina la previsión de futuro, deshace el sentido de la carrera profesional y de la experiencia acumulada. La familia nuclear se ha transformado en una relación pura donde cada socio puede abandonar al otro a la primera dificultad.
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