Descripción
Gracias a sus extraordinarios logros, el mundo moderno es prodigiosamente bello y grande. El hombre, orgulloso de sus conquistas y de su poder sobre la materia y sobre la vida, parece dominarlo cada día más. Pero a medida que con la ciencia y la técnica domina el universo, pierde el hombre el dominio de su universo íntimo. Penetra en el misterio de los mundos, en el de los infinitamente pequeños y el de los infinitamente grandes, y se pierde en su propio misterio. Quiere regir el universo y no sabe regir su propia persona. Domeña la materia, pero cuando debería -libre de su tiranía- vivir más del espíritu, la materia perfeccionada se vuelve contra él, lo esclaviza y el espíritu muere.
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